Si te preguntas cómo elegir suplementos, puedes comenzar con siete pasos simples que enfatizan la calidad, la transparencia y la evidencia. Esta guía te ayuda a aprender a evaluar la calidad, verificar los ingredientes y evitar la publicidad engañosa, siguiendo consejos de dosificación respaldados por la ciencia. Al aplicar una lista de verificación consistente, puedes comparar opciones sin sentirte abrumado por el marketing. Paso 1: define tus criterios y lee la etiqueta cuidadosamente. Antes de comparar productos, establece qué buscas y revisa la etiqueta para verificar los ingredientes listados y las cantidades exactas por porción. Paso 2: verifica los ingredientes y las cantidades. Compara la etiqueta con bases de datos confiables o la información del fabricante para asegurarte de que lo que se afirma coincide con lo que contiene el producto. Paso 3: busca pruebas y certificaciones de terceros. Busca sellos de organismos independientes y toma nota de la información específica del lote; los productos sin estas garantías pueden requerir una revisión más cuidadosa. Paso 4: evita el marketing exagerado. Sé cauteloso con afirmaciones exageradas, testimonios o lenguaje que promete resultados dramáticos. Paso 5: evalúa la transparencia. Una dirección clara de la empresa, listas de ingredientes completas, tamaños de porción indicados, números de lote y fechas de caducidad apoyan la trazabilidad. Paso 6: verifica si hay alérgenos y posibles contaminantes. Revisa las declaraciones de alérgenos y considera las medidas de seguridad en la producción que reducen el riesgo de contaminación o contacto cruzado. Paso 7: aplica consejos de dosificación respaldados por la ciencia. Compara las recomendaciones de dosificación en la etiqueta con fuentes confiables, como inserciones del producto, guías revisadas por pares o recomendaciones de organizaciones de buena reputación. Sigue el tamaño de porción indicado y evita superar los límites superiores, y considera consultar a un profesional calificado si tienes condiciones de salud o estás tomando otros medicamentos. Mantén registros de los detalles del producto y mantente atento a actualizaciones en las formulaciones o en las indicaciones según sea necesario.

