Guía respaldada por la ciencia sobre las vitaminas del sistema inmunológico examina cómo los nutrientes clave participan en los procesos inmunológicos, qué roles desempeñan a nivel celular y cómo los investigadores interpretan la evidencia. El término vitaminas del sistema inmunológico se refiere a nutrientes con participación establecida en las vías inmunitarias, incluyendo apoyo en la señalización, desarrollo y mecanismos de defensa. Aunque muchos estudios relacionan el estado de los nutrientes con resultados relacionados con la inmunidad, las conclusiones causales dependen del contexto y del diseño del estudio. Las vitaminas clave para el sistema inmunológico incluyen la vitamina D, la vitamina C y la vitamina E, junto con las vitaminas del grupo B como B6, B12 y folato, y cofactores minerales como zinc y selenio. Desde un punto de vista mecánico, la vitamina D interactúa con receptores en las células inmunitarias para influir en las cascadas de señalización; la vitamina C actúa como antioxidante y como cofactor para enzimas necesarias en la función de las células inmunitarias; la vitamina E ayuda a proteger las membranas celulares del daño oxidativo. La B6 participa en la producción y función de los linfocitos; la B12 y el folato apoyan la síntesis de ADN en las células inmunitarias en proliferación; el zinc es esencial para muchas enzimas y factores de transcripción en las células inmunitarias; el selenio contribuye a las defensas antioxidantes a través de las selenoproteínas y modula la señalización redox. Las especificidades pueden variar entre tejidos y contextos, y los efectos suelen ser modestos en poblaciones bien alimentadas. La evidencia de los roles relevantes de estos nutrientes en la inmunidad es más sólida en poblaciones en riesgo de deficiencia o en contextos de estrés o enfermedad aguda, y los hallazgos de ensayos aleatorizados pueden ser variables. Los consejos prácticos y basados en la evidencia priorizan las ingestas establecidas, la evaluación regular del estado nutricional cuando sea apropiado y la precaución contra la suplementación excesiva innecesaria. En la práctica, esto implica ajustar la ingesta a las recomendaciones de ingesta dietética o los niveles máximos tolerables, y consultar a profesionales de la salud antes de comenzar cualquier suplementación, especialmente si se tienen condiciones subyacentes o se toman medicamentos que puedan interactuar con los nutrientes. Esta perspectiva respaldada por la ciencia sobre las vitaminas del sistema inmunológico ayuda a distinguir los mecanismos de los resultados y enfatiza que comprender la función inmunitaria requiere considerar la dosis, el contexto y los factores individuales. El campo continúa perfeccionando el conocimiento sobre cómo estas vitaminas influyen en las vías inmunitarias, con investigaciones en curso que exploran rangos óptimos, interacciones y efectos a largo plazo. Para los lectores que buscan apoyar la salud inmunológica, el enfoque sigue siendo uno informado por la evidencia y personalizado, guiado por profesionales calificados.