La producción de glóbulos rojos comienza en la médula ósea con células madre hematopoyéticas, las células multipotentes que dan origen a todas las líneas sanguíneas. A través del proceso de hematopoyesis, estas células madre se diferencian en progenitores eritroides y luego en eritroblastos, que maduran progresivamente en reticulocitos y finalmente en glóbulos rojos completamente maduros. Durante la eritropoyesis, las células expelen sus núcleos y sintetizan hemoglobina, preparándose para un transporte eficiente de oxígeno. Esta progresión—desde células madre hasta células maduras—crea un suministro constante de glóbulos rojos listos para entrar en circulación y apoyar la entrega de oxígeno a los tejidos. Una vez en circulación, los glóbulos rojos transportan oxígeno desde los pulmones a los tejidos a través de la hemoglobina, una proteína que une oxígeno y lo libera donde se requiere. La abundancia de hemoglobina dentro de los eritrocitos permite una carga eficiente de oxígeno en los pulmones y su liberación en regiones donde el oxígeno escasea. La forma bicóncava de los glóbulos rojos aumenta la superficie para el intercambio gaseoso y permite flexibilidad para atravesar capilares estrechos. La eritropoyetina, una hormona producida principalmente por los riñones, modula la producción de glóbulos rojos en respuesta a las necesidades sistémicas de oxígeno, vinculando el estado general de oxígeno con la tasa de producción. La regulación de la producción de glóbulos rojos involucra el entorno de la médula ósea, factores de crecimiento y programas transcripcionales que coordinan las etapas de maduración. Al estudiar la hematopoyesis y la eritropoyesis, los investigadores mapean cómo las células madre se convierten en células eritroides comprometidas y cómo su proceso respalda la entrega vascular de oxígeno. Las alteraciones en este proceso estrechamente regulado pueden afectar el conteo y la función de las células, resaltando la importancia de comprender los mecanismos que soportan la producción de glóbulos rojos y cómo el cuerpo mantiene un sistema sanguíneo equilibrado.


